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ARTÍCULO COVD-19 Y MODELO DIGITAL

Como todos los cursos desde hace unos cuantos escribo un artículo sobre asuntos digitales en el anuario del colegio. Una parte del que se publicará este curso será una reflexión sobre la COVD-19. TraNscribo esa parte como entrada en el blog.

(3): El COVID19 lo cambia todo pero tenemos un modelo digital.

En la primavera de 1655 sobrevino la Gran Plaga de peste de Londres y, en este caso, una bacteria, cerró la ciudad. La Universidad de Cambridge mandó a sus estudiantes a casa. Uno de ellos, de 20 años, se refugió en su finca familiar en Woolthorpe Manor al noroeste de Cambridge. Por supuesto allí pasó unos meses confinado dando paseos y dedicado a problemas físicos y matemáticos. Un año después, ese joven que no era otro que Isaac Newton, completó su primer trabajo sobre las tres leyes del movimiento, uno de los embriones de la colosal obra Philosophiæ naturalis principia mathematica.

La adversidad para aquellos que están preparados, son adaptables (lo contrario que adaptados) y flexibles siempre ha sido una oportunidad de innovación. Sin lugar a dudas el COVID19 va a suponer, ya lo ha hecho, que haya cambios irreversibles en salud, economía, trabajo y, por supuesto, en la enseñanza/educación.

En Aldapeta contamos con un modelo digital que nos ha permitido continuar nuestra actividad con muy buen nivel dada la escasez del tiempo con el que contábamos y lo drástico del cambio. Por supuesto que el modelo 1x1, un ordenador por cada alumno de 5º de primaria hasta 2º de bachillerato ha sido fundamental, pero el contar con un buen sistema de comunicación dentro un entorno digital con el que llevábamos años trabajando ha supuesto que se pudiese llegar a prácticamente todos nuestros alumnos fuesen de la etapa que fuesen. Se puede decir que gracias a este modelo nos pudimos anticipar y preparar sin saberlo para esta crisis.

Esto no significa ni mucho menos que este modelo de "tele-formación" sea el idóneo para un sistema educativo y de enseñanza como el que se requiere en la niñez y juventud, pero sí que ha puesto en valor al espacio digital. De esta pandemia y en relación con la presencia digital en los modelos educativos de los centros escolares y académicos podemos sacar algunas conclusiones interesantes para el futuro inmediato:

(1): Hagamos lo que hay que hacer. Es algo que ya se sabía pero que ahora hay que llevarlo a cabo para mejorar el sistema educativo: incluir de manera sistematizada el medio digital. En Aldapeta llevamos más de cuatro años haciéndolo.

(2): Todo espacio es colegio, tanto el espacio físico como el espacio digital y ambos están al servicio de la educación de nuestros niños y jóvenes. Esto nos permitirá, entre otras cosas, dotar de flexibilidad cuando se necesite a un sistema educativo y de enseñanza excesivamente rígido, y también nos enseñará a poner límites al propio espacio digital.

(3): El papel del maestro o profesor por fin tiene la posibilidad de cambiar según lo que se lleva diciendo desde hace décadas: añadir al ser transmisor de conocimientos el ser formador de experiencias de aprendizaje para ayudar a las personas a adquirir competencias de liderazgo que se pongan al servicio de la sociedad. Esto es algo especialmente aplicable a la escuela secundaria y a la universidad.

(4): La metodología puede y debe cambiar. Es posible que dada la exigencia del distanciamiento en las aulas la actividad educativa en muchos niveles sea abocada durante temporadas a un sistema semipresencial en el mejor de los casos. Esto puede servir de estímulo para sacar partido al trabajo de tipo aula invertida, trabajo colaborativo en espacios virtuales, algo ya muy frecuente en la organizaciones del siglo XXI y, muy importante, a que el alumno tome conciencia de que su autonomía será clave en su proceso de formación. Esto último le preparará para otra situación que ya es estructural en nuestra sociedad: el "lifelong learning", el aprendizaje durante toda la vida, y que no se llevará a cabo precisamente en la organizaciones académicas tradicionales.

Sin lugar a dudas esta crisis ha puesto en valor a dos contrarios que lo eran para muchos, especialmente en el ámbito educativo: lo presencial y lo digital. Hoy sabemos que estamos abocados a saber usar con talento estos dos medios para que se relacionen entre sí de manera sinérgica.

Bienvenidos todos a la nueva era "on-life".

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